La historia de Innocent Hill (2011)

Como todos los años, el día 28 de diciembre (día de los inocentes), en Emezeta se prepara alguna sorpresa, huyendo de las clásicas noticias falsas, y decantándose por el género tan querido de las aventuras conversacionales.

Este año, la aventura comenzaba así:

1. El colegio

No sabía porque estaba todo tan vacío y solitario. Caminé un poco hasta llegar a un colegio que, aunque parecía tener un aspecto decente, su interior estaba cayéndose a pedazos.

En su interior, llegué al gimnasio del colegio, donde encontré una pequeña llave roja. Poco antes, también había encontrado una pequeña minillave de candado. Las guardé y continué mi camino.

Avancé hasta una clase en la que sólo una pequeña pizarra fue capaz de soportar el paso del tiempo. En ella se reflejaba una lista de personas (niños, niñas, profesores, etc...)... ¿Quizás estaban pasando lista? ¿Por qué contabilizaban también, por separado, los ausentes?

Di un par de vueltas más por el colegio, hasta que en uno de los baños encontré una nota, escrita con letra irregular:

Un escalofrío recorrió mi cuerpo, pero decidí no pensar más en ello y salir rápidamente de aquel lugar. Menos mal que lo hice, ya que horas más tarde una de las plantas del colegio se derrumbaría por completo.

2. El centro comercial

Al salir del colegio encontré la salida hacia un bosque, pero decidí no adentrarme hasta que encontrara algo para orientarme y no perderme. Así, seguí caminando y llegue hasta un viejo centro comercial.

Llamaba mucho la atención un carrito de la compra azul que estaba algo enterrado en una grieta en el suelo. En el mecanismo para meter las monedas, me encontré con una llave marrón que decidí agenciarme, ya que probablemente me vendría bien en el futuro.

La puerta del centro comercial estaba cerrada con un candado y varias cadenas, sin embargo, intenté abrirlas con alguna de las llaves que tenía en mi poder, y efectivamente, la minillave que había encontrado en el colegio encajaba perfectamente. La abrí y entré en el recinto.

Dentro del centro comercial reinaba el silencio absoluto. Miles de escombros caídos del techo permanecían por el suelo del local, en su mayoría tuberías y bloques desprendidos. Junto a una de las tuberías encontré también una palanca, quizás olvidada por algún trabajador, que me sería muy útil posteriormente para abrir una puerta bloqueada.

Examiné el centro comercial, pero todos los establecimientos tenían la puerta metálica puesta y no vi nada que me llamara la atención, así que volví al exterior.

3. La fábrica

Saliendo del centro comercial, me encontré un columpio. Sonaba al moverse, como en una película en la que al acabar de llegar, sólo lo encuentran balanceándose con el viento. Me quedé mirándolo durante un rato, sin saber por qué razón.

Seguí caminando hasta llegar a una curva con una cruz. Allí encontré un peluche... ¿Algún niño lo habría perdido?

La carretera continuaba varios kilómetros hacia el norte, por lo que decidí no alejarme más de la ciudad, y volver sobre mis pasos hasta llegar a una vieja fábrica de muñecas. Encontré una brújula por el camino, y pensé que me serviría para ir al bosque en cuanto terminara de curiosear en la fábrica.

Pude abrir con la llave marrón la puerta del edificio de la vieja fábrica, encontrando varias salas con aspecto espeluznantes: moldes de figuras, miles de cajas y restos de muñecas.

Decidí utilizar la palanca en una puerta trasera oxidada que bloqueaba la salida, y una vez conseguí abrirla, salí al exterior.

4. El bosque

Antes de continuar, recordé la brújula que había encontrado y según como me había propuesto, decidí retroceder hasta el bosque, sin saber que era una pésima idea.

Tras dar vueltas y vueltas, y perderme varias veces (¡aún con la brújula!), pude guiarme por el eco de mi voz y llegar hasta una cueva. La curiosidad me llamó, sin embargo, no pude avanzar por el lugar puesto que estaba completamente a oscuras.

5. Hospital y alrededores

Volví a la parte exterior de la fábrica y vagué sin rumbo durante algún tiempo por una estación, donde encontré una llave amarilla. La intenté utilizar con uno de los vehículos que estaban en la estación, pero no encajaba con la cerradura.

Algo perdido y desconcertado, seguí caminando hasta llegar a una iglesia perdida y olvidada. Allí, felizmente encontré una linterna que me vendría genial para utilizar en la cueva del bosque. En la iglesia encontré algunas inscripciones, una vieja antorcha apagada y un curioso marco en una de las paredes, que no tenía puerta. Probablemente un intento infructuoso de ampliar la iglesia.

Volviendo sobre mis pasos, llegué al edificio mejor conservado de la ciudad (quizás el más reciente). Parecía una especie de hospital, ya que en su interior habían varias salas con utensilios médicos y radiografías. Te llaman mucho la atención, ya que algunas tenían huesos que no parecían humanos.

Entre varios pasillos con salas y salas, entras en una de ellas, con una cama y una mesa con instrumental médico. En un pequeño mueble, ves una llave gris, similar a la amarilla de la estación. Quizás esta llave si que abriese el vehículo, así que decides ir hacia allá. Antes de salir hacia la estación, te parece ver algo por la ventana, pero asumes que son imaginaciones, debido al cansancio.

La llave gris te permite entrar en el vehículo de la estación, donde tras examinarlo a fondo, encuentras una pequeña carta metida entre la tela del techo del mismo:

6. Prisión

Aún conmocionado por la carta, vuelves nuevamente al bosque sumido en pensamientos. Con ayuda de la linterna, esta vez conseguí iluminar los oscuros pasillos de la cueva, una especie de prisión, por la cuál caminé hasta llegar a una fría celda. En ella, encontraría una nota, haciendo referencia a una sala 13, y un baúl herméticamente cerrado, que con ayuda de la llave roja pude abrir, encontrando en su interior un misterioso diario.

En el diario, entre dibujos y garabatos sin sentido para mi, pude descifrar tres frases inconexas en las que se habla de la antorcha de un lugar sagrado (¡la antorcha de la iglesia!), de una sala 13 que parece importante y de los pájaros, que muchas veces indican el camino.

Cada vez estaba más seguro de que todo esto no eran más que elucubraciones de un prisionero con delirios, sin embargo, por alguna extraña razón, decidí investigar sobre esa misteriosa sala 13.

Busqué por todo el pueblo. El colegio se había derrumbado y la fábrica no tenía ninguna sala especial. Sólo quedaba el hospital. Buscando por todos los pasillos... ¡Bingo! Encontré una puerta con el número 13 en su parte superior. Agarré el pomo y abrí la puerta...

Finales

Para hacer más entretenido el juego, la aventura tiene varios finales alternativos, además de unas mini-historias opcionales, no necesarias para terminar el juego, pero si para conocer más sobre la historia. Dependiendo del orden en el que llegaste a determinados sitios, y las cosas que has mirado u obtenido podías conseguir un final diferente. El Final A es el considerado el final oficial del juego.

Final A: Al entrar en la sala 13 descubres que está llena de instrumental médico: jeringas, resultados de análisis, radiografías, probetas, etc... ¿Que habían intentado hacer aquí?

Final B: Al entrar en la sala 13 descubres una bañera llena de sangre. Te acercas a mirarla de cerca para confirmar tus sospechas y entonces...

Final C: En lugar de partir hacia el hospital, decides dar otra vuelta por el bosque. Es cuando logras diferenciar, a lo lejos, un panteón. Te resulta muy extraño, jurarías que antes no estaba ahí. Examinas bien las tumbas del lugar y descubres que hay... ¡una tumba con tu nombre!

Extra: El accidente

Al hallar el peluche en la curva por donde pasaba la carretera, recordé la nota que encontré en el colegio, y me dispuse a investigar. Algo tuvo que haber pasado en esta curva. Descendiendo por una pequeña superficie, encontré un vehículo escolar, posiblemente el resultado de un accidente.

Con la llave amarilla abrí el vehículo y salió un hedor nauseabundo de su interior. En los asientos traseros encontré un papel con algunas faltas de ortografía:

En la parte superior del vehículo, donde se suele colocar el equipaje, encontré varios documentos firmados por el director de un hospital. Estaba destinado a otro hospital de otra ciudad que no conozco. No entiendo muy bien lo que dice ya que está en otro idioma, pero hay adjuntas algunas fotografías de radiografías y análisis de sangre.

Extra: La iglesia

La iglesia de la ciudad guardaba un secreto. Tras examinar las estanterías de la fábrica, encontré una nota, firmada por un tal J.K.L., decía lo siguiente:

Fuí al hospital a buscar la siguiente nota. Si estuvo por allí, quizás haya dejado otra. Tras mucho buscar, en una de las salas, encontré la siguiente:

Pensé que Ted debería ser algún familiar, probablemente, su hijo... Por lo que decidí buscar fuera del colegio. Efectivamente, allí encontré la tercera nota:

La mención a Dios sólo podía hacer referencia a la iglesia, así que puse rumbo hacia ella. Al llegar busqué por todos lados. La X siempre marca el lugar, pero esta vez no había X. Sin embargo, recordé la frase del diario del prisionero y me acerqué a la antorcha.

Descubrí un mecanismo que abría el marco sin puerta de la pared, dando paso a una espeluznante visión. Un cementerio gigantesco. Cientos de lápidas y tumbas mostraban lo que parecía que había sido una epidemia que no había perdonado a nadie. Ni siquiera -comprobaba mientras me acercaba a una de las tumbas- a J.K. Lamarr, como se reflejaba en la inscripción de la lápida.

Teorías

Sin duda, una de las mejores características del juego fue la de permitir al jugador que, una vez terminada la aventura, pudiera enviar su propia versión de los hechos (con sus investigaciones, datos no descubiertos, etc...).

La historia tenía partes muy abiertas de forma intencionada, por ejemplo, en ninguna parte se menciona que el edificio del norte sea un hospital, por lo que algunos jugadores lo interpretaron como tal, mientras que otros lo relacionaron con los delirios del preso deduciendo que era un hospital psiquiátrico.

Algunos jugadores interpretaron que los niños de la ciudad enfermaron por un tipo de virus, mientras que otros optaron por pensar que era un pueblo donde se experimentaba con adultos y los niños eran inmunes, y aunque no lo sabían, sospechaban lo ocurrido.

Ranking

Sin más dilación, el Hall of fame de records conseguidos en el juego durante el día de los inocentes (sólo jugadores que terminaron el juego):

Puntos	Jugador	Final obtenido	Puntos	Jugador	Final obtenido
385	noji	Final B	245	sam	Final C
345	Ronald	Final B	235	john	Final A
320	david	Final B	225	bitkrox	Final A
310	realarmed	Final B	220	pakyse	Final A
310	joni	Final B	215	anthony	Final C
310	gatita	Final C	215	aetos	Final C
300	veruscio	Final B	210	kanx	Final A
300	moker	Final A	210	ger	Final A
290	paly2	Final B	205	yeah	Final C
290	kendo	Final C	205	jorged	Final A
290	Ronald	Final A	195	pau	Final C
285	paly	Final B	195	juancho	Final A
285	odnei	Final B	195	gabru	Final C
275	guardian	Final C	190	test	Final C
275	giselle	Final B	175	ben	Final A
275	gato	Final A	170	jose	Final A
275	gatita	Final A	165	Maxwell	Final C
265	amancay	Final B	155	pirulo	Final A
255	javierito	Final C	150	dorotea	Final C
250	noxbru	Final C

Aquí puedes ver una lista completa de los 1253 jugadores y sus puntuaciones: Innocent Hill 4 (2011) - Hall of fame.

Logros

En el juego, es posible conseguir una serie de logros. A continuación, enuncio algunos de ellos:

• Sangre en el bar: Encontraste un establecimiento (bar) del centro comercial abierto y una mancha de sangre en él.
• Observador: Has visto por la ventana algo moverse en el exterior.
• Programador cabreado: Has mirado unos objetos inservibles a pesar de que te han dicho previamente que son inservibles.
• Adso de Melk: Encontraste una inscripción en la iglesia perteneciente a La abadía del crimen.
• Cisterna W.C.: «Tiraste de la cisterna. Te sientes como si hubieras desbloqueado un logro».
• Huraño: Llegaste a las cuevas oscuras del bosque.
• Curiosidad a tope: Miraste y pulsaste el botón del hospital.
• Niño vacilón: Has leído el papel «Tonto el que lo lea».

Créditos

Esta aventura no podría haber sido posible sin la inestimable ayuda de Abandonalia, Utopía y Abandonado a su suerte, quienes cedieron amablemente sus impresionantes fotografías para la creación del juego. También agradecer a Jesús Palacios por su email de ayuda. Y a los autores de las demás fotografías utilizadas, como gatobito, emersonquinn, keibr, buksy4free, j0n9292, ontheborderland, n-r-t, howzey, brokencapslock, boatman, bizlo, cristalcosmico y bigguybigcity.

¡Y por supuesto, a todos los que han participado!

diciembre

29

2011